sábado, 13 de abril de 2013


EL PATRIMONIO COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL (Llorens Prats)
Por: Juanita Santos M.
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La “construcción social” para ser aplicada al concepto de patrimonio, puede entenderse como algo concebido por los individuos de un proceso colectivo, que se manifiesta en un lugar y momento determinado y que a su vez se lleva a cabo con unos fines específicos.
Esta construcción se manifiesta como un proceso dinámico y cambiante a lo largo de la historia, debido a que necesariamente surgen nuevos intereses y criterios que determinan e intervienen en los diferentes procesos, dando paso al concepto de lo que él denomina “invención del patrimonio”.
Teniendo en cuenta lo anterior, el autor maneja dos conceptos claros; construcción social  e invención del patrimonio. El primero no se puede concebir sin la participación constante de una “hegemonía social y cultural” y el segundo, no puede limitarse al entendimiento de la realidad solo a partir de objetos o elemento, sino más de composiciones que pueden ser ubicadas en diferentes contextos dando cabida a otro tipo de interpretaciones y significados.
Por lo tanto los dos conceptos mencionados anteriormente pueden entenderse como procesos complementarios, donde la invención ocurre como un proceso individual que para ser validado y reconocido requiere de un referente social, inserto necesariamente dentro de un proceso colectivo y de consenso, a través de lo cual se da sentido a la construcción patrimonial. La importancia del concepto de patrimonio, además de la construcción social y la invención patrimonial, se determina en el carácter “simbólico y en la capacidad que tiene para representar simbólicamente una identidad”, sin lo cual no sería posible conservarlo, exponerlo y mantenerlo en el tiempo.
Como se había mencionado algunas líneas atrás, dentro de la construcción social del patrimonio se manifiestan diferentes intereses y criterios, que por un lado intervienen de manera directa en los procesos de construcción patrimonial, y por el otro están ligados constantemente a los referentes simbólicos a partir de los cuales será posible dicha construcción.
Según Prats, es posible establecer un conjunto de elementos dentro del cual se constituyan muchos referentes simbólicos patrimoniales, sin que necesariamente todos sus elementos sean patrimonio. Habla entonces de los elementos provenientes de “la naturaleza, de la historia y de la inspiración creativa” como  aspectos dentro de los que se puede enmarcar de manera general todas las unidades de significado que puede ser potenciales para el patrimonio. Estos tres elementos pueden formar los tres lados de un triangulo dentro del cual se pueden tener muchas posibilidades abiertas para establecer referentes que vendrían a conformar lo que él denomina como “pool”. Referentes que se encuentran en monumentos, parque arqueológicos, espacios naturales protegidos y por supuesto museos.     

Entendiendo este último, como lugar que por esencia es y seguirá siendo como lo plantea Prats, la institución central en torno a la cual se mantiene una “lógica de conservación”, dando una orientación al resto de instituciones o lugares para conservar y mantener una “activación patrimonial”.

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