EL LIBRO AZUL
DE COLOMBIA EN EL SIGLO XX Y
SU IMPORTANCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE NACIÓN
El libro azul de Colombia
fue publicado en 1918, por petición del entonces presidente José Vicente
Concha. El ejemplar fue divulgado en inglés y en español y su edición estuvo a
cargo de la imprenta J.J Little and Ives con sede en la ciudad de Nueva York en
los Estados Unidos.
Es un compendio que recoge toda la información
relacionada con la construcción y desarrollo del país haciendo alusión a los
siguientes temas:
·
Historia
condensada de la republica
·
Bosquejo
histórico hasta la Independencia
·
Próceres
de la independencia
·
Gobernantes
de Colombia
· Bosquejos
biográficos de personajes eminentes de la década
· Descripción de
los departamentos de la república (Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá,
Caldas, Cauca, Cundinamarca, Huila, Magdalena, Nariño, Norte de Santander, Santander,
Tolima y Valle del Cauca).
·
Materias
relacionadas con el derecho mercantil colombiano
·
Transporte
fluvial y ferroviario en Colombia
·
Comercio,
agricultura y minería del país, según las estadísticas oficiales
A lo largo de las páginas que conforman esta publicación
puede observarse el relato completo de la historia, la geografía, el comercio, las
riquezas naturales, las vías de comunicación y muchos otros aspectos y
características propias de nuestro país, lo cual le otorga un valor
significativo a esta publicación. Sin embargo, para efectos del desarrollo del
trabajo, me centraré principalmente en destacar la importancia que cobran los
últimos ítems nombrados en el listado superior, como aspectos específicos que se
convierten en referentes determinantes para el ámbito comercial del país y
de enorme validez para el libro azul en la época de su creación.
Vale la pena revisar con especial interés el énfasis que se hace
a lo largo del texto hacia los lugares, fábricas o empresas a partir de las
cuales se pueden promover relaciones con Estados Unidos, encontrando este hecho
como una de los principales razones para llevar a cabo este extenso y juicioso
trabajo, tal como se expresa en una de las páginas del libro: La cita anterior tiene absoluta coherencia con el momento en el que el país buscaba con mayor ímpetu la apertura de posibilidades para el progreso y avance económico, lo cual había sido precedido por los diferentes gobernantes que debieron sumir dicha responsabilidad durante las primeras décadas del siglo XX.
La creación del Libro Azul de Colombia, coincidió con el
gobierno de José Vicente Concha, quien aparece en las primeras páginas de la
publicación representado en una ilustración
y aunque no se conoce la autoría de la misma, si se da por entendido que
fue durante su gobierno que se construyó esta importante compilación
caracterizada por ilustraciones, mapas, fotografías antiguas, tablas
estadísticas, entre otros elementos, que refuerzan y recrean las líneas
escritas a partir de las que se cuenta toda la historia del país, con especial
énfasis en sus relaciones internacionales.
Así mismo, en este libro puede encontrarse la compilación de
todos los establecimientos comerciales existentes en el país para ese momento,
divididos según su ubicación por departamentos o ciudades capitales, encontrado
además una resumida historia de la creación o aparición de dicho lugar –
llámese empresa o fábrica- la especialidad que manejan dentro del mercado
nacional y sus datos de contacto. Se encuentran registros de todo tipo de
establecimientos con servicio al público, tales como:
Escuelas
|
Librerías
|
Colegios
|
Imprentas
|
Haciendas
|
Fabricas
|
Bancos
|
Banqueros
y comisionistas
|
Farmacias
|
Hoteles
|
Sastrerías
|
Ebanisterías
|
Constructoras
|
Consultorios
médicos
|
Laboratorios
|
Joyerías
|
Clínicas
dentales
|
Mercados
|
La consolidación de información a la que se hace referencia
en el párrafo anterior, puede constituirse como el inicio de los directorios en
el país, con lo cual fue posible establecer un registro de “casas y empresas con las cuales le convendrá
al norteamericano de negocios ponerse en relaciones. En esas páginas encontrará
los nombres y negocios de los principales importadores y exportadores
Colombianos –sobre todo los importadores, puesto que Colombia importa casi
todos los artículos manufacturados y gran parte de las materias primas que
consume”[2].
Casi todos los lugares que están
mencionados a lo largo de la publicación presentan una fotografía alusiva a la
infraestructura misma del inmueble en que funcionaban y operaban los diferentes
negocios, pero además también se encuentran fotografías alusivas a los
diferentes oficios y actividades que desempeñaban los trabajadores de aquellas
fábricas, de las cuales muchas se constituían como las primeras en el país, que
se especializaban en el desarrollo y producción de un determinado producto
comercial.
Por lo general en la descripción que acompaña las
fotografías, se destaca la maquinaria o elementos industriales con los que
cuentan las diferentes fábricas, lo que da muestra del interés y el afán que
surgía en este momento por tener equipos tecnológicos que ayudaran a que los
procesos industriales tuvieran producciones con mayores estándares de calidad.
Se debe destacar también la importancia que para esta época
cobraba el sistema de transporte en el país, lo cual se evidencia a lo largo
del libro azul a partir de la extensa y bonita descripción que se hace de los ríos navegables con los
que cuenta en país y que para ese entonces eran de absoluta importancia para la
comercialización “los ríos navegables que
se extienden a más de una provincia, y aquellos que sirven para el comercio
exterior, pueden ser navegados libremente por toda clase de buques mercantes de
cualquier porte, ya sean nacionales o extranjeros; y sus riveras son de libre
acceso para cuantos naveguen por ellos”[3].
Principalmente se hace referencia al
rio Magdalena como principal medio de comunicación, siendo la vía por la cual “entran a Colombia las mercaderías
extranjeras y por ella salen las exportaciones
del país, pues los centros de consumo y producción están situados a poca
distancia de esa grande arteria fluvial”[4].
A estos se suman otros ríos navegables como el Cauca, el Amazonas, el Meta,
el Patía, el Atrato, el Arauca y otros de menor importancia. Por su puesto no se puede dejar de lado la
importancia que cobran los principales puertos marítimos, lugares a los que
llegaban y de los cuales salía toda la carga de importación y exportación de
productos.
Continuando con el relato, debo mencionar que es fascinante
la manera como describen el territorio colombiano a lo largo y ancho de su
extensión y la importancia que cobra en términos de su ubicación geográfica, exaltando
la riqueza natural que tiene y las particularidades que se encuentran en cada
región o departamento que lo conforman.
En el libro Azul de Colombia, este juicioso trabajo de
descripción geográfica tiene como objetivo principal promover las relaciones
comerciales de importación y exportación de productos con otros países, basado
en la evidencia, que el país cuenta y contaba para ese momento con un amplio
escenario paisajístico y territorial que se ajustaba a las necesidades y
recursos requeridos para poder llevar a cabo actividades y procesos de este
tipo, idea que se expone claramente en la siguiente cita: “es evidente pues que el país tiene grandes riquezas naturales, a las
cuales solo falta capital que las desarrolle”[5]
Teniendo en cuenta lo anterior, se evidencia en esta corta
descripción la riqueza del territorio y la variedad de posibilidades que este
ofrecía en pro de su desarrollo y avance industrial:
“1. Costa en ambos
océanos (único país suramericano de esta suerte favorecido).
2. Posible comunicación
por agua, por los afluentes de los ríos Orinoco y Amazonas, con la mayor parte
de Suramérica.
3. Colocación tal, que
los barcos de todas las partes del mundo, al hacer el circuito de su navegación
comercial, no tendrían inconveniente en llamar a uno de sus puertos si así lo
demandaran sus negocios.
4. Libre, como el
Canadá y Rusia del inconveniente de fronteras infranqueables de todos lados.
5. Ventajas de
situación referentes a las grandes trombas de viento, pues casi no tiene
regiones desiertas.
6. Ser el país más
grande de los próximos al gran centro comercial que necesariamente será el
canal de Panamá.
7. El mejor colocado de
los países latinoamericanos, para grandes mercados mundiales. Líneas directas
lo ponen en comunicación con todos los puntos del universo: Nueva York, Nueva
Orleans, Liverpool, Londres, Hamburgo, Amberes, Bordeaux, Cádiz, Gibraltar […].
Esto significará en su debido tiempo, una enorme superioridad en la competencia
de impuestos de transporte, y hará a este país absolutamente libre de
dependencias de otras naciones”.[6]
También se destacan los ferrocarriles dentro de los medios de
comunicación de gran importancia que permitían el movimiento e intercambio de
productos en el país, encontrando que para esa época la extensión total de los
ferrocarriles era de 1247 kilómetros.
Como aspecto general, se hace un interesante trabajo
estadístico a partir del cual reportan las
cifras obtenidas relacionadas con transporte de carga y de pasajeros para el
caso ferroviario, además de las estadísticas registradas de importación y
exportación con aspectos relacionados con la explotación minera, la
agricultura, el correo postal, entre
otros.
El telegrafo era otro de los medios de comunicación que permitia mantener
el vínculo informativo con otros paises. Para 1913 el telegrafo en Colombia
funcionaba en una red de 18588 kilometros y 564 oficinas. La lineas
telegraficas de los ferrocarriles “han sido construidas por cuenta de las respectivas empresas ferroviarias que en seguida se enumeran, para
el uso exclusivo de ellas”[7]:
Teniendo en cuenta que ya se hizo un repaso general por el
contenido y específicamente por los temas de mayor relevancia y particularidad
que expone la publicación a lo largo de sus páginas en cuanto a relaciones
comerciales se refiere, es importante hacer alusión nuevamente a la creación de
Libro Azul de Colombia.
Fue impreso como se había mencionado por la empresa J.J
Little and Ives de los Estados Unidos, dedicada al trabajo tipográfico con
especialidad en “la preparación mecánica
completa de libros, para lo cual cuenta con una de las instalaciones más modernas y mejores equipadas de los
Estados Unidos”[8].
Entre las particularidades de la fábrica se destaca la
impresión y encuadernación de libros en castellano y la composición tipográfica
y composición de planchas electrotipadas para enviarlas a diferentes lugares
del mundo.
Esto daba a conocer que la imprenta ya contaba con cierta
tecnología que les permitía producir este tipo de ejemplares como el Libro
Azul, lo que podía ser una inmensa ventaja para Colombia entendiendo que se
había elaborado un ejemplar dedicado a nuestro país, que permitiría dar a
conocer la situación en la que nos encontrábamos y generar posibilidades de mejora,
comercial y económicamente hablando, con países de América del norte y Europa, en aras de progreso y desarrollo
industrial a comienzos del siglo XX. Lo que sustenta también la idea que el
libro fuera producido en los dos idiomas.
También se encuentran avisos comerciales de establecimientos
ubicados en diferentes ciudades de Estados Unidos, lo cual permite entender que
para este momento ya se empezaban a establecer relaciones importantes con
países internacionales y a través de estos anuncios era posible generar
intercambios comerciales y así mismo un interés por productos específicos que
se ofrecían por este medio, encontrando incluso fabricas, empresas o almacenes
con sucursal en una ciudad de Colombia y en una ciudad de los Estados Unidos.
CONCLUSIONES
Vale la pena mencionar que no es mucha la información que se encuentra sobre la creación del libro Azul de Colombia y siendo una publicación tan importante en la que prácticamente se cuenta la historia del país hasta las primeras décadas del siglo XX, debería estar más referenciado por diferentes autores. De hecho es poca la información que se encuentra de su mismo autor, por lo que valdría la pena indagar un poco más en su biografía y sobretodo en la razón por la cual fue promovida la creación de ese bonito ejemplar.
El libro Azul de Colombia puede ser considerado como un fuerte sustento documental que a través la recopilación de datos, estadísticas e imágenes, permite tener un conocimiento y una noción general sobre las dinámicas comerciales que permitieron el desarrollo y avance del país, entre muchos otros aspectos que se exponen como parte fundamental de la construcción de nuestra nación.
Muy interesante el hecho de encontrar imágenes y breves descripciones sobre las primeras fabricas o empresas en las que se desarrollaban procesos industriales, destacando que muchos de esos lugares se constituyeron como la base para el desarrollo económico y comercial del país, con el hecho adicional que algunas de ellas todavía existen en las grandes ciudades. A esto se suma la presentación y recolección de información a manera de directorio telefónico que puede constituirse como el precedente para la creación de este tipo de libros, lo cual se constituye como una más de las particularidades del Libro Azul y permite establecer una clara diferencia con otros ejemplares.
El hecho que el libro haya sido producido en español y en ingles, cobra un valor característico de gran importancia que trasciende al momento de su creación, abriendo inmensas posibilidades de comunicación entre nuestro país y diversas naciones para entablar relaciones de todo tipo, dando a conocer el país desde muchos puntos de vista.
|
[2] TORRES LEÓN, Fernán. Libro Azul de Colombia. Pág. 43.
[3] TORRES LEÓN, Fernán. Libro Azul de Colombia. Pág. 34.
[4] TORRES LEÓN, Fernán. Libro Azul de Colombia. Pág. 37.
[8] TORRES LEÓN, Fernán. Libro Azul de Colombia. Nueva York. U.S.A. Ed. J.J Little and Ives.
1918. Pág. 695.
No hay comentarios:
Publicar un comentario